Después de pasarme una semana a base de Google Analytics, he vuelto a la realidad. Hay que seguir sacando informes e innovar para sacar la información de la manera más útil posible. Y tenía una asignatura pendiente… cómo medir la «popularidad» del canal internet con respecto a los demás canales.
Es decir, la cuota de penetración en el canal de internet. Lo primero, sacar los datos del total del banco, cuantos clientes tenemos, cuantos clientes son activos en los diferentes canales y qué porcentaje representan sobre el total.
Claramente este informe tiene carácter mensual, por lo que el gráfico debe ser evolutivo. En el eje de las x tenemos el mes del año, en el eje de las y el número de clientes activos en el canal de internet del mes.
Los datos son inventados, por supuesto 😉
Y entonces se me ocurrió poner en palabras la escala que todos los que hacemos el informe tenemos en mente. Lo que me gusta de este informe es que de un solo vistazo se puede saber cómo ha ido al mes respecto al objetivo marcado para el año.
Creo que es interesante, para este y cualquier otro tipo de informe, saber cual es el objetivo al que se quiere llegar, porque si medimos para mejorar es importante ir marcando los hitos que se van consiguiendo y los que quedan pendientes.
Este informe lo he generado desde excel, con un gráfico normal de columnas con los porcentajes con respecto al total de la cuota de penetración de internet combinado con un gráfico de dispersión para los índices. Seguí los pasos para construírlo que vienen en este post de Jorge Dunkelman, que es un crack del excel.
Creo que el tener claro cual es la cuota exacta de negocio de la parte de internet sobre el total puede dar una idea de lo que puede suponer el aumentar la tasa de conversión o de captación. El informe que generamos sigue, segmentando este total en los distintos segmentos de clientes, para saber si podemos profundizar en donde debemos atacar al mes siguiente para ir subiendo la cuota.
En estos días en los que tanto se habla de medir el compromiso del cliente con la marca creo interesante saber del total del negocio cuanto se está llevando internet y preguntarse por qué el resto de los clientes que no son activos en este canal no lo tienen en cuenta… ¿es que no lo conocen? ¿no se sienten cómodos? ¿no confían en la seguridad? ¿les gusta más el trato personalizado? quizás no conocen los últimos avances en internet como los nuevos servicios personalizados, o hay que promocionar más este canal entre los clientes más reacios a dejar de bajar a la oficina, o a llamar por teléfono… no solamente hay que captar usuarios de internet a través de buscadores, también se puede empezar por «evangelizar» en casa, a los ya clientes, ver si tienen claves de internet y si las tienen por qué no las usan y si no las tienen dárselas a conocer.
Es todo un reto 🙂
Gemma, acabo de «descubrirte» y lo estoy fli-pan-do. Enhorabuena.
Un beso
Gemma, estoy disfrutando muchísimo de estos meses de embarazo. pero… se hace larguísimo! No me digas que no! Si por mi fuera, ya lo tendría aquí fuera conmigo.
Bueno, mejor no… jajaja. Que tenemos la habitación encargada y el cochecito pero todavía no nos lo han traído!
Muas
Susana!!!!
espero que flipes para bien 🙂
gracias por comentar! Un abrazo!
Mireia!
ya verás como a toro pasado lo recuerdas con cariño 🙂
Sigue disfrutando, ya te queda nada!
Un abrazo y gracias por entrar a comentar.
Si algo me fascina de este blog, aparte de todo el, es como titulas los artículos, quiero decir, uno lee el título y ni remotamente se imagina que viene detrás. ¿es deliberado?
conste en acta que no es una crítica y menos cuando después de leer los interesantes artículos lo de menos es el título pero no deja de sorprenderme.
luego me paso el rato discutiendo con AdriánSN sobre como titular 🙂
Hola Ani!
Bienvenido, gracias por pasarte a comentar 🙂
Pues si vieras los títulos que les pongo a los informes que mando en el trabajo… la gente lo flipa, por eso lo hago, porque no es lo mismo abrir un mail que ponga «Seguimiento diario del producto X» que «Facta non Verba: dia 3» ja ja ja
Lo de los títulos aquí es porque cuando leo frases que me hacen pensar en un momento dado, me las apunto y cuando escribo algo miro a ver cual es la que mejor describe el tema. Sé que para la mayoría no parece que tenga mucho que ver, pero te aseguro que para mí sí. De hecho me ha pasado alguna vez que una frase me ha inspirado un artículo (hace tiempo hablé del long-tail porque una frase sobre la cola de un lagarto me recordó ese término).
Un abrazo
no, si como estrategia para llamar la atención me parece fantástica y desde luego que da un toque totalmente personal y reconocible.
eres la mejor gemma, cada día disfruto más con tu blog y con tus frases 🙂 – muy buena idea el titular el eje de las Y.
por otro lado, no me queda claro si el índice ya tiene en cuenta el tamaño de los otros canales (es decir, si la importancia del canal internet la estás plasmando relativa a los otros canales, o de manera independiente)
un abrazo campeona!
Pere:
muchas gracias por tus palabras, eres un sol 🙂
En el gráfico lo que plasmo es la importancia del canal de internet con respecto a otros canales, es decir, el 53% de los clientes activos del banco lo son en internet, por ejemplo. Aunque no hago realmente comparativa con nadie, solamente me limito a la evolución de clientes activos en el canal internet con respecto al total.
Un abrazo para uno de mis catalanes favoritos 🙂
entonces podría ser interesante comparar con otros canales, en mi opinión. así veríamos si mientras el uno crece el otro decrece, o crecen en paralelo alimentándose… también podríamos comparar el coste de cada canal respecto a su alcance.
tendríamos una especie de «cuadro de mando de canales».
saludines!
Pere:
Es una idea estupenda! me la apunto, gracias!
Un abrazo
La armonía se puede definir como el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre será belleza. También se refiere a fuerza y virtud.
*La armonía de los colores debe fundarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior. (Wasily Kandinsky)