En anteriores entradas de este blog he enfatizado lo importante que es para el analista digital o el data science la formación continua y el autoaprendizaje para estar al día de las últimas novedades en el universo de los datos. Pero para poder hacerlo, el profesional necesita invertir un porcentaje mínimo de su tiempo muy difícil de encontrar. Ante esta perspectiva, ¿qué acciones pueden garantizar la evolución del profesional del dato?
Cuando apareció el perfil del analista digital, sus funciones estaban destinadas a hacer muchas tareas diferentes: pintar dashboards, crear análisis, realizar implementaciones técnicas, etc. Pero ahora es muy difícil, por no decir imposible, que un único perfil sea capaz de abarcar todas estas tareas, ya que el nivel de dificultad ha ido aumentando a medida que ha evolucionado el sector. De ahí la importancia de la profesionalización de cada una de las áreas que pueden llegar a componer un proyecto: analistas digitales, científicos de datos, ingenieros, data vis, etc. Por ejemplo, desde la experiencia de El Arte de Medir, hemos llegado a un punto de especialización en cada uno de nuestros proyectos que, para ofrecer un servicio profesional, contamos con equipos especializados en diferentes entornos. Esto es así porque cualquiera de nuestros servicios requiere de perfiles con diferentes skills, como por ejemplo, la creación de un cuadro de mandos, en el que los perfiles involucrados son:
- Perfil de negocio que defina los KPIS.
- Perfil de Data Vis que defina una capa gráfica.
- Perfil técnico que defina todos los enganches a las fuentes de datos.
Esta necesidad de especialización también acarrea cambios estructurales dentro de las empresas. Por ejemplo, volviendo al caso de EAM, hemos pasado de tener equipos de trabajo divididos por especialidades que hablaban un mismo idioma (analistas, técnicos, data science, etc.), a contar con equipos multidisciplinares en los que se integran diferentes perfiles totalmente compenetrados. El porqué de este cambio vino fundamentalmente por la pérdida de información relevante en el momento que un equipo le tenía que pasar el proyecto a otro. Para hacer frente a esto, la mejor solución fue la de crear estas pequeñas células de trabajo formadas por diferentes perfiles profesionales, capaces de cumplimentar cada una de las patas que conforman un proyecto.
Además con este cambio, también establecimos una garantía con cada uno de los integrantes del equipo para que pudiera sentir que, como profesionales, estaban evolucionando y llevando a cabo la misión de poner en práctica cosas nuevas, independientemente del proyecto que estuviera en cada momento.
Viernes de pasión
Junto a esta apuesta por los equipos multidisciplinares, también ha habido otros cambios importantes dentro de EAM, como por ejemplo el poder invertir el 20% del tiempo de la jornada laboral en formaciones y nuevos proyectos para que cada miembro del equipo pueda seguir desarrollándose como profesionales desde la vía que más les convenga.
Gracias a esta iniciativa, además de asegurar un tiempo para la creación de proyectos y aprendizajes que les ayude de manera individual, también ha impulsado nuevas formas de comunicación entre los miembros del equipo y, lo que es más importante, nuevas formas de aprendizaje y colaboración entre los diferentes perfiles profesionales.
Sin lugar a dudas, lo importante es encontrar una actividad que ayude a impulsar aquellos proyectos en los que poder encontrar un nexo de unión con el negocio. Y cómo no, también generar mucha fuerza para afrontar el día a día de otra manera.
Si quieres escuchar algunos de los proyectos que hemos creado, puedes hacerlo a continuación en nuestro podcast:
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